Apartheid significa en idioma Afrikáans "segregación". Era un fenómeno que separaba las personas en Suráfrica según aspectos como la raza o el origen. Adoptó forma jurídica a 1948 y desapareció oficialmente en 1994. Las mejores playas, asientos en los autobuses, los hospitales mejor dotados y las mejores escuelas estaban reservadas exclusivamente para aquellas personas de raza blanca. Fue una de las mayores vergüenzas del siglo XX.
Dicen que el Apartheid ha desaparecido, pero yo me siento un negro en Suráfrica. Vivimos en un apartheid suave. Una segregación que, incluso, muchos segregados ven justa. No se mira la raza, ni el origen. Los ciudadanos de segunda y de tercera son aquellos que no pueden contar alegremente sus billetes de 500 euros y que llegan a final de mes sudando.
Somos negros sudafricanos cuando dentro de un tren nos sentamos en clase turista y vemos como los amplios y cómodos asientos de primera clase están reservados por los blancos, que pueden permitirse pagar altos precios por el mismo viaje. Estos blancos agradecen estos sobreprecios como método de asegurarse que no deberán soportar a gentuza que no es capaz ni de mantener un chalé con un Mercedes en la puerta.
Son blancos sudafricanos aquellos que pueden gozar del placer de una playa privada en el Hotel Montíboli, sin la molestia de tener que agobiarse en las rebosantes playas para negros.
Los negros también tenemos que soportar unos hospitales saturados, con atenciones limitadas por la falta de personal y largas listas de espera para cualquier intervención. No ocurre lo mismo con los blancos, que tienen hospitales privados donde, por una módica cantidad (para sus bolsillos), gozan de unas comodidades y atenciones instantáneas propias del mejor de los hoteles.
Las escuelas de los blancos cuentan con unas instalaciones idílicas, un ambiente selecto, recursos para una enseñanza de vanguàrdia y salidas profesionales aseguradas para los alumnos, gracias a los numerosos contactos con los sectores empresariales privados. Las escuelas de los negros ya las conocemos.
Alguien dirá: bien, pero aquí no está prohibido que nadie pueda ir a un hotel de lujo, a un hospital privado con prestigio, sentarse en business class, o llevar a tus hijos a un selecto colegio privado.
Muy bien, en teoría es verdad, pero si cualquier familia con menos de 3.000 euros de ingresos al mes intenta hacer vida de blanco, pronto recibirá su castigo por no obedecer la ley de la segregación económica: el apartheid capitalista. La diferencia es que en lugar de tener carteles que indican "only white" los carteles deberían decir "only rich".
¿Tendremos algún día nuestro propio Nelson Mandela?
Dicen que el Apartheid ha desaparecido, pero yo me siento un negro en Suráfrica. Vivimos en un apartheid suave. Una segregación que, incluso, muchos segregados ven justa. No se mira la raza, ni el origen. Los ciudadanos de segunda y de tercera son aquellos que no pueden contar alegremente sus billetes de 500 euros y que llegan a final de mes sudando.
Somos negros sudafricanos cuando dentro de un tren nos sentamos en clase turista y vemos como los amplios y cómodos asientos de primera clase están reservados por los blancos, que pueden permitirse pagar altos precios por el mismo viaje. Estos blancos agradecen estos sobreprecios como método de asegurarse que no deberán soportar a gentuza que no es capaz ni de mantener un chalé con un Mercedes en la puerta.
Son blancos sudafricanos aquellos que pueden gozar del placer de una playa privada en el Hotel Montíboli, sin la molestia de tener que agobiarse en las rebosantes playas para negros.
Los negros también tenemos que soportar unos hospitales saturados, con atenciones limitadas por la falta de personal y largas listas de espera para cualquier intervención. No ocurre lo mismo con los blancos, que tienen hospitales privados donde, por una módica cantidad (para sus bolsillos), gozan de unas comodidades y atenciones instantáneas propias del mejor de los hoteles.
Las escuelas de los blancos cuentan con unas instalaciones idílicas, un ambiente selecto, recursos para una enseñanza de vanguàrdia y salidas profesionales aseguradas para los alumnos, gracias a los numerosos contactos con los sectores empresariales privados. Las escuelas de los negros ya las conocemos.
Alguien dirá: bien, pero aquí no está prohibido que nadie pueda ir a un hotel de lujo, a un hospital privado con prestigio, sentarse en business class, o llevar a tus hijos a un selecto colegio privado.
Muy bien, en teoría es verdad, pero si cualquier familia con menos de 3.000 euros de ingresos al mes intenta hacer vida de blanco, pronto recibirá su castigo por no obedecer la ley de la segregación económica: el apartheid capitalista. La diferencia es que en lugar de tener carteles que indican "only white" los carteles deberían decir "only rich".
¿Tendremos algún día nuestro propio Nelson Mandela?
9 comentarios:
Estoy completamente de acuerdo.
La pena es que va a ser complicado tener nuestro Nelson Mandela. Porque en nuestro caso la gente se volverá blanca en cuanto le den un buen fajo de billetes.
De todos modos el sistema económico que sufrimos en la actualidad tiene los años contados. Es imposible seguir manteniéndolo basándose en el consumismo y la explotación exhaustiva de recursos limitados.
Lo malo es que lo que venga después...lo mismo es peor.
Desde la guardería hasta la Universidad he estado en centros públicos y me siento muy orgullosa de ello.
Respecto a lo de la sanidad privada, yo es a la que voy porque mi padre es funcionario y es la que tiene. La privada está muy bien para el tema de las citas porque eliges médico dentro de un amplio grupo y la cosa funciona rápida. Pero a la hora de la verdad, más vale que no tengas que ir de urgencias a un hospital privado/ concertado porque te atiende un médico de cabecera (los especialistas sólo están localizables). Así funciona al menos el hospital al que mi padre ha tenido que ir las veces que ha tenido un accidente con la moto.
Cambiando de tema, he leído que al final Mägo no va a Elx. Menos mal que no me salía caro el viaje y no podía ir. Un beso.
efectivamente, has descrito el funcionamiento del sistema capitalista. Nuevas "castas" y ordenes sociales.Pero sin alternativas viables, por lo menos yo no las veo. Un sistema comunista lo veo inviable hoy en dia, ademas para q funcione tendriamos q ser mejores personas. Para mi lo unico es un sector publico fuerte. Q cubra lo basico con creces, pero....
La aspiración general es entrar a ese círculo elitista, llevar al patojo al mejor colegio, que haga contactos en la universidad, que consiga el mejor chance, en fin, hacemos el círculo vicioso ¿o de viciosos?
Salú pue.
MARKOS: Tienes razón, la gente todavía sigue creyendo en el "sueño americano", en vez de asumir su condición y luchar por sus derechos.
Es cierto que esta crisis es el fin del actual modelo, y sinceramente tengo miedode lo que pueda venir. Hay gente muy poderosa y con escasos escrupúlos. Ahora es cuando el pueblo debería decir la última palabra y no quedarse embobado delante del televisor.
RAY COY: Aquí en el País Valenciano, los hospitales privados concertados son los que más presupuesto consiguen por parte de la Generalitat. Sus dueños se ha demostrado que suelen ser gente cercana al entorno de algunos políticos, con lo que están recogiendo una buena tajada, mientras que los hospitales públicos sobreviven a malas penas gracias a la excelente calidad del personal. En los concertados siempre se ha dicho que tienen dos puertas: una para pacientes y otra para clientes.
Y con lo de Mago, me enteré anteayer que no tocaban. Este año no hay gran cosa para las fiestas. Como siempre, hay mejores conciertos en los pueblos de alrededor que en la ciudad.
JOPO: Es verdad, la sociedad actual no está preparada para un sistema comunista. Eso significaría para la gente tener que dejar de lado el materialismo, el egoísmo y el hedonismo. la sociedad ahora está cómoda dejando que otros piensen por ellos.
Tal vez, como tú dices una inversión de tendencias, pasando de la privatización galopante a una progresiva estatalización pudiera ir cambiando mentalidades. Pero harían falta unos políticos honrados, ya que cualquier caso de corrupción podría hacer perder la confianza necesaria.
JOHAN BUSH WALLS: Y estoy seguro de que en Suráfrica, si muchos segregados se hubieran vuelto blancos de la noche a la mañana, serían igual de racistas que los blancos de siempre. Por desgracia, la mentalidad capitalista se extiende a las mentalidades. Y este sistema dicta que sobreviven los más fuertes. Mantiene alejado el discurso de la igualdad. Eso suena a rojo, ¿no?
Gracias a todas y todos por vuestros comentarios.
¿no teneis una sensacion como q por ahi arriba estan agrrapiñando todo lo k pueden, como si viniesen VERDADERAS VACAS FLACAS?
porke se hace con muy poco disimulo.¿exagero?
¿a qué te refieres con lo de "por ahí arriba"?
Y creo que sí que vienen verdaderas vacas flacas. Con lo que han criticado a las personas que defendían lo de las contradicciones del capitalismo, y ahora se las van a tragar con patatas. El problema es que nosotros estamos metidos también en el ajo.
Salud.
me refiero a quien tenga cierta posicion de poder exonomico, politico etc...
sube la gasolina galopantemente, la vivienda estos años a subido un pico, los precios en general, mas todo el goteo de chanchulleo q suena por ahi...
ya te digo q igual es una bobada , pero aveces pienso q algunos estan llenado sus "graneros" porke viene un invierno muy duro
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