Hace poco que acabo de volver de Marruecos, en un viaje en solitario en el que he procurado conocer más gente que lugares. He conocido a mucha gente de allí, hecho que me ha posibilitado ver el país mezclándome entre sus habitantes y aprendiendo como viven día a día los cambios que está adoptando el reino alauí.
Muchas líneas ocuparían las anécdotas y conclusiones a las que he llegado, pero el momento actual, en la otra orilla del Mediterráneo, se podría resumir en el hecho de que Marruecos vive una batalla, sin acuerdo de paz posible, entre las tradiciones locales y la "modernidad" occidental. Mucha gente se adscribe a uno u otro bando y otros muchos intentan, al fin y al cabo sin éxito, pertenecer a los dos a la vez, cosa muy difícil, ya que muchas de las dos formas de actuar son en muchos casos contradictorias.
Muy gratamente me ha sorprendido conocer de cerca el mundo bereber y descubrir la enorme dignidad con la que viven las mujeres dentro de él. Nunca me hubiera imaginado la normalidad con la que se vive el hecho de que cuando una mujer no recibe el respeto necesario de su marido, abandona el hogar con sus hijos. Más tarde, un intermediario del pueblo dictaminará el reparto de los bienes y quien recibe la custodia de los hijos. Es curioso comprobar que entre los bereberes existe el divorcio reglado desde mucho antes de que en el Estado español.
Para acabar, debo destacar la enorme hospitalidad de los pueblos árabe y bereber. Ya sabía de esta virtud entre estas gentes, pero nunca me hubiera imaginado que llegaba al punto de que te ofrecen la casa solo con cruzar un par de frases con ellos y que incluso te dejan una copia de las llaves de su hogar a las pocas horas de conocerlos, como me pasó a mí. De hecho, en siete días de viaje, solo gasté poco más de cinco euros en alojamiento.
Como conclusión, cabe pensar que ninguna cultura es superior a otra, sino que todas debemos aprender de las virtudes de las demás.
Muchas líneas ocuparían las anécdotas y conclusiones a las que he llegado, pero el momento actual, en la otra orilla del Mediterráneo, se podría resumir en el hecho de que Marruecos vive una batalla, sin acuerdo de paz posible, entre las tradiciones locales y la "modernidad" occidental. Mucha gente se adscribe a uno u otro bando y otros muchos intentan, al fin y al cabo sin éxito, pertenecer a los dos a la vez, cosa muy difícil, ya que muchas de las dos formas de actuar son en muchos casos contradictorias.
Muy gratamente me ha sorprendido conocer de cerca el mundo bereber y descubrir la enorme dignidad con la que viven las mujeres dentro de él. Nunca me hubiera imaginado la normalidad con la que se vive el hecho de que cuando una mujer no recibe el respeto necesario de su marido, abandona el hogar con sus hijos. Más tarde, un intermediario del pueblo dictaminará el reparto de los bienes y quien recibe la custodia de los hijos. Es curioso comprobar que entre los bereberes existe el divorcio reglado desde mucho antes de que en el Estado español.
Para acabar, debo destacar la enorme hospitalidad de los pueblos árabe y bereber. Ya sabía de esta virtud entre estas gentes, pero nunca me hubiera imaginado que llegaba al punto de que te ofrecen la casa solo con cruzar un par de frases con ellos y que incluso te dejan una copia de las llaves de su hogar a las pocas horas de conocerlos, como me pasó a mí. De hecho, en siete días de viaje, solo gasté poco más de cinco euros en alojamiento.
Como conclusión, cabe pensar que ninguna cultura es superior a otra, sino que todas debemos aprender de las virtudes de las demás.
11 comentarios:
Bravo por tu comentario. Espero que nos sigas contando cosas de tu viaje. ¿Se puede viajar solo sin problemas?. Imagino que sí pero ya que lo has vivido de primera mano...
Apenas conocía nada del pueblo bereber y me agrada saber lo que cuentas sobre la situación de la mujer. Como curiosidad, hace poco leí que para conquistar a un hombre las mujeres hacían una infusión con fluidos de su vagina. ¿Escuchaste algo al respecto?.
Un saludo.
Menudo viaje habrás hecho, felicidades.
Enhorabuena por tu viaje, ha tenido que ser increible.
El problema de la sociedad occidental es lo que señalas tu. Se cree moralmente superior al resto del mundo cuando en realidad creo que es la sociedad mas podrida.
Hola, de nuevo aquí, amigo virtual, y encima con Marruecos en el corazón. Viví en Ceuta ocho años, tres de ellos al otro lado de la frontera, y viajando por Marruecos con mucha frecuencia, así que nada de lo que cuentas me es desconocido. He vuelto después en varias ocasiones para confirmar que es el país al que más cariño tengo aparte el mío propio. Me alegra mucho que lo hayas disfrutado así.
Creo que has hecho un viaje que te describe como persona.
Dicen que conocer al pueblo bereber te hace mirar la vida de otra forma.
Enhorabuena.
Salu2
¡Muy bien Miquelet, así se habla! Tienes razón, no debemos cerrarnos a otras culturas, muchas veces por desconocimiento o prejuicios, nos perdemos vivencias hermosas y sorprendentes.
Una cosa es la cautela y otra, muy dañina, la xenofobia.
Te mandaste un increíble y enriquecedor paseo, nos alegramos por ti.
Saludos.
me ha gstado la frase final.
la de aprender las virtudes.
Aunq creo q tampoco hay q dejar de ver los defectos de unos y otros.
Como ejemplo, siempre me acordare del relato de una bloguera, en la q contestaba a la imagen tipica de los monjes budistas...¡¡quien da una imagen mas pulcra, santa y profunda!
pues esta mujer, q conocia bien la zona, con un azote de realidad, demostro q, como todos, son humanos, y q no es tan raro encontrar la parte viciosilla de estos monjes.
se parende de las virtudes, pero tambien de los defectos. Pues, al comentario de Mal bicho, creo q tampoco se puede negar el problema de la sumision de la mujer, en el mundo arabe. No se puede estar ciego y caer al otro lado, el de creer q los otros son los mejores q nosotros. Algo tipical spanish
Yo tambien te animo a contar mas viajes, q mola
AGNÓSTICO APÁTICO: Pues viajar sólo, en determinados casos puede resultar al forma más enriquecedora de viajar, ya que no sólo vas de un lado a otro con total libertad, sino que además de conocer lugares y gentes, uno aprende a conocerse a sí mismo.
Y por lo que respecta a esa infusión supuestamente afrodisíaca, es la primera noticia que tengo. Puede ser que, habiendo varias tribus de bereberes en Marruecos, alguna de ellas tuviera esa costumbre. Intentaré averiguarlo.
FRIKOSAL: Muchas gracias. La verdad es que ha sido toda una experiencia.
MAL BICHO: Tienes razón. Y encima, una sociedad con miedo nunca será una sociedad libre.
CLARES: Pues entonces conocerás de primerísima mano las pequeñas pinceladas que he tenido la oportunidad de conocer de este país. Comprendo que estés enamorada de él.
MARKOS: Pues conocerlos ha supuesto acercarme a una manera diferente de ver la realidad. Durante los días que conviví con ellos comprobe que tienen cien veces menos "riqueza" que nosotros y son cien veces más felices.
ALEJANDRO KREINER: De todo corazón te animo a que vayas al aeropuerto o al puerto, te desprendas de todos los prejuicios con los que hemos convivido y cruces el mar para conocer esas tierras y esas gentes.
CHUQUIS: Como bien decís vosotros, de eso se trata: de aprender y de no cerrar la mente, como hacen todas las sociedades con miedo.
PIKAJOSO: De eso se trata, de coger las virtudes de otras culturas y tapar nuestros defectos, así como que ellos tapen sus defectos con virtudes. Eso es evolucionar. Y por lo que pude comprobar, conociendo a varias familias desde dentro, es que la situación de la mayoría de las mujeres árabes, no es muy diferente a la que tenían las mujeres aquí hace 40 años y tengo la sensación de que en ese sentido están cambiando las cosas muy rápidamente. Esperemos que mejore con mayor rapidez.
Muchas gracias por vuestros comentarios.
es bueno saberlo.
auq siendo un poco malote, se podria decir q entonces dentro de 40 años andaran como andamos aqui......osease, la mujer luchando por su hueco, ganando independencia y los machos machitos cabeza huecas....ya sabes.......¡vamos, q tampoco es un buen futuro!!
saludos
Pues es posible que sea así. Aunque no sea un futuro muy halagüeño, por lo menos habrán avanzado algo. Esperemos que sea mayor el ritmo de avance que tengan ellas que el nuestro.
Salud.
Yo pensaba que ibas a Las arribes del Duero... Por cierto, ese gato blanco del título del blog se parece al mío, sólo que el mío tiene un ojo azul y otro verde.
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